Ataque de ansiedad. Angustia. Falta de deseo. La no felicidad programada. No, somos los seres de la felicidad obligatoria. Neurociencias, autoayuda, pastillas, sonrisas, ley de atracción, responsabilidad absoluta en nuestro destino, hiperconexión. Hay pocos espacios para cuestiones que no sean efímeras, rápidas; también se ven como aberrantes los procesos que impliquen desconexión con el aparato productivo. O producís o consumís comunicacional o físicamente. Entonces, en medio de una mañana cualquiera, empieza a arder el estómago, se respira hondo, se levanta la vista, y todos esperan que sigas trabajando. Y vos querés escapar, o llorar, o dormir todo el día. Pero no podés. Tenés que estar bien, no te boicotees, no procrastienes, leé los diez tips de las personas productivas, hacete cargo de tu destino. Y el ardor se convierte en náusea, algo se inflama en la garganta y parece que los ojos pueden llenarse de lágrimas. Contenibles, claro, no estaría bien ponerse a llorar en la ofic...