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Mostrando entradas de mayo, 2018

Fuego

Solo se respira fuego vibrante hastiado vacío derrotado fuego. Solo se respira fuego la furia gana en la noche roja del silencio. Se respira, sí pero solo se respira fuego se calcina la piel se hunde el músculo en el hueso. Versión 2018

El grito

Con El grito comienza la serie de poemas que conforman Tarde de Viento, un poemario de 2007, publicado en 2013 con De los Cuatro Vientos y que también tiene enlace para descargar en forma gratuita. El grito No se escribe, no a menos que otra vez, otra sucia vez otra estrecha vez otra certera vez se haya apagado el cielo. Se haya muerto, suplicando el que fue tu carcelero tu guardia tu puñal tu celo. Y ahora sin llorar sin gritar sin romper ese jarrón absurdo, escribo para robarte un poco de luz en el silencio. Versión 2018

El desplazamiento (versión 2018)

Se cierra la última puerta por última vez del hogar vacío. Se cierra también la garganta en un último gemido. Comienza un andar certero una criatura que a tientas ha vivido. Tanto se ha mentido antes que ahora sabe de verdades la certeza de existir de asirse en el espacio plomizo. Sabe que no es sueño su voz sus huesos molidos que no es sueño la ardiente entraña que la alimentó ni la furia de su labio partido. En este amanecer extraño encuentra la lumbre que una vez hizo calmar el frío. Se confirma que es vasto el horizonte crudo el camino. Y transitará despierta como nunca los arenales rotos hasta encontrar un nuevo abrigo.

La hora final (versión 2018)

Se llenan de algo estos ojos envueltos en lejanía. Se callan algo estos labios. Aún se callan algo. Gritan las paredes un reclamo de abandono. Más que nunca se confirman los presagios. Llegó la hora final de un tiempo atroz de un tiempo atroz y bello.

Contradicción (versión 2018)

Aún falta que escarche la luna el día. Me espera el afán el trajín el loco andar por los suburbios la manía estridente de la cotidianeidad la esclavitud lasciva con el engranaje mudo. Yo solo quisiera dormir pasear desvanecerme con la luna blanca. Bailar enajenada y loca inconsciente apabullada viva.

Contemplación del yo (versión 2018)

He andado rota y anhelante, esperando el tumulto de olas que me hicieran sorda el estallido de soles que me hicieran ciega. Mi cuerpo como una muralla. El mundo se escondió ágil pero fui títere a venas abiertas fui el titiritero absurdo que piensa en dominar las cuerdas, y a la vez el falso amigo que le confirma, en la noche dormida, el falso poder de su mano que tiembla.

Tarde de lluvia (versión 2018)

Llueve al fin como no ha llovido nunca sobre esta tierra. Se vuelve respirable la casa el patio, se vuelven a poblar las casas como domingo por la noche, pero es jueves jueves de impaciencia. Se despide de raíz la tarde densa.

El desprendimiento (versión 2018)

Termina alguna vez el invierno del descontento. El nuevo viento atraviesa los lazos. El atroz perdón inapelable. La antigua vanidad posesa. El simple desprendimiento.

Irreparable (versión 2018)

El acto que asesinó la espera se impuso como un juguete nuevo para un niño roto. Se terminó el umbral de miedos sucesivos. La impredecible niebla en la garganta. El acto que asesinó la espera es solo eso. Un soplo de arrojo para un hombre tieso. Una lluvia fresca en el dormido césped. Una infatigable marcha de libertad.

Bifurcación (versión 2018)

En instantes sucesivos se volvió triunfo la derrota. Disuelto en el aire quedó el apremio. No todo ha sido en vano. Fue necesaria la hora rota de la desesperación. Y ahora qué. El quiebre, el punto exacto de la bifurcación.

Noche de frío (versión 2018)

Es la vieja espera en las entrañas, la vieja y esperanzada espera entre las menudencias del día. Es la caída sucesiva la eternidad de ayeres la recaída. Es el corazón fantasma, la lenta purga de tristezas.

El secreto (versión 2018)

¿Es verde la luna o alucinan mis ojos de tanto llorarte? Es verde la luna, pero nadie lo sabe. Verde verde verde. Es verde la luna, pero no lo digas. Nadie tiene consuelo para la tenaz herida. No vagues por noches de lunas blancas conocidas. Escóndete en ese desierto la luna será verde para tus pupilas.

Simulación (versión 2018)

Quién preguntará por ellas en esta noche cansada y dolorida. No está más esa estrella en ese cielo por más arqueros que la flechen. Como si estuviera viva. Y sin embargo a veces alumbra mujeres que en la madrugada caminan un rato descalzas cuando todo es silencio. Como si estuvieran vivas.

Azules (versión 2018)

Es azul la puerta del olvido. El azul también la angustia no sabida el pájaro perdido en la garganta el silencio de tanta cobardía. Es azul la derrota en este día.

Fugitiva

Un loco afán por lo prohibido la tentación de oscuridad un desplazarse sin cesar y una congoja sin curar en la garganta.

Bienaventuranzas (versión 2018)

Feliz del que no se esquiva fugitivo en los espejos. Feliz del que ya no hace preguntas a sus recuerdos. Feliz del que deja de confirmarse del que se sabe. Feliz del que se suelta en la noche oscura. Feliz del que se ha perdido.

El retorno de la niña (versión 2018)

Se suelta de los sueños de la infancia una niña tímida que fue títere de un viento tibio, que no quiso mirar con ojos grandes lo que se chocaba en todos los días sucesivos. Una niña que encontró su hora la hora de ver la verdad sin más esquivos, y tuvo que entender que no mirar era elegir el peor entre todos los caminos. Por eso miró de frente en el espejo unos raros ojos que eran míos y eligió por una vez no ser cobarde, arrojarse sin redes al vacío.