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Mostrando entradas de marzo, 2019

Día 14 María Elena Walsh

María Elena Walsh Argentina 1930-2011 Paisaje de elegía No escuches mi dolor, tú que me heriste. No te reclama ya ningún acento. Sólo en mi corazón la sangre es triste. ( ¡Oh lentas calles del otoño lento! ) No te requiero un sólo mandamiento. -Tú que me niegas, tú que no me diste-. No sientas esta muerte que yo siento. ( ¡Oh tristes voces del otoño triste!) Que sólo a mis entrañas se refiera este clamor, este importante frío. Quiero que no te alcance este lamento. Pero si alguna vez te desespera un gran silencio, es el silencio mío. (¡Oh lentas sombras del otoño lento! )

Día 13 María Eugenia Vaz Ferreira

María Eugenia Vaz Ferreira Uruguay 1874-1924 La estrella misteriosa Yo no sé dónde está, pero su luz me llama, ¡oh misteriosa estrella de un inmutable sino!... Me nombra con el eco de un silencio divino y el luminar oculto de una invisible llama. Si alguna vez acaso me aparto del camino, con una fuerza ignota de nuevo me reclama: gloria, quimera, fénix, fantástico oriflama o un imposible amor extraño y peregrino... Y sigo eternamente por la desierta vía tras la fatal estrella cuya atracción me guía, mas nunca, nunca, nunca a revelarse llega! Pero su luz me llama, su silencio me nombra, mientras mis torpes brazos rastrean en la sombra con la desolación de una esperanza ciega...

Día 12 Ida Vitale

Ida Vitale Uruguay 1923- ... Fortuna Por años, disfrutar del error y de su enmienda, haber podido hablar, caminar libre, no existir mutilada, no entrar o sí en iglesias, leer, oír la música querida, ser en la noche un ser como en el día. No ser casada en un negocio, medida en cabras, sufrir gobierno de parientes o legal lapidación. No desfilar ya nunca y no admitir palabras que pongan en la sangre limaduras de hierro. Descubrir por ti misma otro ser no previsto en el puente de la mirada. Ser humano y mujer, ni más ni menos.

Día 11 Rosario Castellanos

Rosario Castellanos México 1925-1974 Autorretrato Yo soy una señora: tratamiento  arduo de conseguir, en mi caso, y más útil  para alternar con los demás que un título  extendido a mi nombre en cualquier academia.  Así, pues, luzco mi trofeo y repito:  yo soy una señora. Gorda o flaca  según las posiciones de los astros,  los ciclos glandulares  y otros fenómenos que no comprendo.  Rubia, si elijo una peluca rubia.  O morena, según la alternativa.  (En realidad, mi pelo encanece, encanece.)  Soy más o menos fea. Eso depende mucho  de la mano que aplica el maquillaje.  Mi apariencia ha cambiado a lo largo del tiempo  — aunque no tanto como dice Weininger  que cambia la apariencia del genio — . Soy mediocre.  Lo cual, por una parte, me exime de enemigos  y, por la otra, me da la devoción  de algún admirador y la amistad  de esos hombres que hablan por teléfono  y envían largas cartas de felicitación.  Que beben lentamente whisky sobre las rocas  y c

Día 10 Magda Portal

Magda Portal Perú 1900-1989 Mar de alegría Yo soy un mar porque no hubiera sido un río Un mar sin cauces De verdes alegrías I de profundas soledades Un mar abarcador de la Vida i la Muerte del que parten i al que confluyen todas las fuerzas de la Vida Yo soy un mar como ese mar en calma que ven mis ojos i que ciñe la Tierra con su soberbio beso blanco Yo soy un Mar pupilas de crepúsculo i voz de aurora Como ese mar azul al que yo desperté en mi primer viaje Aquel mar de los brazos abiertos de la perenne juventud Donde se posa mi Esperanza gaviota blanca con las pupilas rosas Yo soy un Mar El uso de puntuación y ortografía respeta el estilo de la autora.

La fuerza de la palabra poética

Palabra poética, palabra de mujer. Llevamos nueve días compartiendo nombres, rostros de mujeres que han escrito poesía, hasta ahora venimos, y seguiremos unos días más, por lo más cercano, desde Argentina, siguiendo por Uruguay, Chile y Perú. Es solo el inicio, el pulso de este proyecto quiere expandirse por el resto de América del Sur, Caribe, África y Asia. La palabra poética está como protagonista, su fuerza, su poder emotivo, ideológico, sensible y también racional. Pero sobre todo vivo, latente. La línea editorial de este proyecto nos marca también que no hay biografías, para que la palabra y el nombre, el rostro, estén en primer lugar. Pero detrás de cada poeta, de cada poema, hay una historia de vida y de labor con la palabra. Y hay una mujer ubicada en un tiempo histórico. Hasta ahora, también, estamos compartiendo poetas que han nacido desde finales del siglo XIX a principios del siglo XX. Por lo mismo sabemos que compartimos la palabra de mujeres en un mundo de las letras

Día 9 Blanca Varela

Blanca Varela Perú 1926-2009 Puerto Supe a J.B. Está mi infancia en esta costa, bajo el cielo tan alto, cielo como ninguno, cielo, sombra veloz, nubes de espanto, oscuro torbellino de alas, azules casas en el horizonte. Junto a la gran morada sin ventanas, junto a las vacas ciegas, junto al turbio licor y al pájaro carnívoro. ¡Oh, mar de todos los días, mar montaña, boca lluviosa de la costa fría! Allí destruyo con brillantes piedras la casa de mis padres, allí destruyo la jaula de las aves pequeñas, destapo las botellas y un humo negro escapa y tiñe tiernamente el aire y sus jardines. Están mis horas junto al río seco, entre el polvo y sus hojas palpitantes, en los ojos ardientes de esta tierra adonde lanza el mar su blanco dardo. Una sola estación, un mismo tiempo de chorreantes dedos y aliento de pescado. Toda una larga noche entre la arena. Amo la costa, ese espejo muerto en donde el aire gira como loco, esa ola de fuego que arrasa cor

Día 8 Juana de Ibarbourou

Juana de Ibarbourou Uruguay 1892-1979 Así es la rosa De la matriz del día se alzó la rosa vertical y blanca mientras todo rugía: la tierra, el aire, el agua. Tendí la mano para protegerla, criatura de paz y de armonía, completa, virgen, intocable, exacta en la extensión total del mediodía. Y me llevó el brazo la metralla. Impávida seguía en su serenidad y su victoria, aunque en mi sangre la embebía. Ni mi alarido hizo temblar sus pétalos ni apagó su fragancia mi agonía. Era la rosa, la perfecta y única. Nada la detenía.

Día 7 Alfonsina Storni

Alfonsina Storni Argentina (nacida en Suiza) 1892-1938 Tú me quieres alba, me quieres de espumas, me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada . Ni un rayo de luna filtrado me haya. Ni una margarita se diga mi hermana. Tú me quieres nívea, tú me quieres blanca, tú me quieres alba. Tú que hubiste todas las copas a mano, de frutos y mieles los labios morados. Tú que en el banquete cubierto de pámpanos dejaste las carnes festejando a Baco. Tú que en los jardines negros del Engaño vestido de rojo corriste al Estrago. Tú que el esqueleto conservas intacto no sé todavía por cuáles milagros, me pretendes blanca (Dios te lo perdone), me pretendes casta (Dios te lo perdone), ¡me pretendes alba! Huye hacia los bosques, vete a la montaña; límpiate la boca; vive en las cabañas; toca con las manos la tierra mojada; alimenta el cuerpo con raíz amarga; bebe de las rocas; duerme sobre escarcha; renuev

Día 6 Gabriela Mistral

Gabriela Mistral Chile 1889-1957 Riqueza Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron no fui desposeída: tengo la dicha fiel y la dicha perdida, y estoy rica de púrpura y de melancolía. ¡Ay, qué amante es la rosa y qué amada la espina! Como el doble contorno de dos frutas mellizas, tengo la dicha fiel y la dicha perdida….

Día 5 Violeta Parra

Violeta Parra Chile 1917-1967 La jardinera Para olvidarme de ti voy a cultivar la tierra en ella espero encontrar remedio para mi pena. Aquí plantaré el rosal de las espinas más gruesas tendré lista la corona para cuando en mí te mueras. Para mi tristeza violeta azul clavelina roja pa' mi pasión y para saber si me corresponde deshojo un blanco manzanillón… Si me quiere mucho, poquito o nada tranquilo queda mi corazón. Creciendo irán poco a poco los alegres pensamientos, cuando ya estén florecidos irán lejos tus recuerdos. De la flor de la amapola seré su mejor amiga la pondré bajo la almohada para dormirme tranquila. Para mi tristeza violeta azul clavelina roja pa' mi pasión y para saber si me corresponde deshojo un blanco manzanillón… Si me quiere mucho, poquito o nada tranquilo queda mi corazón.

Día 4: Idea Vilariño

Idea Vilariño Uruguay 1920-2009 Cuando compre un espejo para el baño... Cuando compre un espejo para el baño voy a verme la cara voy a verme pues qué otra manera hay decíme qué otra manera de saber quién soy. Cada vez que desprenda la cabeza del fárrago de libros y de hojas y que la lleve hueca atiborrada y la deje en reposo allí un momento la miraré a los ojos con un poco de ansiedad de curiosidad de miedo o sólo con cansancio con hastío con la vieja amistad correspondiente o atenta y seriamente mirarme como esa extraña vez-mis once años- y me diré mirá ahí estás seguro pensaré no me gusta o pensaré que esa cara fue la única posible y me diré esa soy yo ésa es idea y le sonreiré dándome ánimos.  

Día 3: Marosa di Giorgio

Marosa di Giorgio Uruguay 1932-2004 Árbol de magnolias Árbol de magnolias, te conocí el día primero de mi infancia, a lo lejos te confundes con la abuela, de cerca, eres el aparador de donde ella sacaba el almíbar y las tazas. De ti bajaron los ladrones; Melchor, Gaspar y Baltasar; de ti bajaban los pastores y los gatos; los pastores, enamorados como gatos, los gatos, serios como hombres, con sus bigotes y sus ojos de enamorados Esclava negra sosteniendo criaturitas, inmóviles, nacaradas. Virgen María de velo negro, de velo blanco, allá en el patio. Eres la abuela, eres mamá, eres Marosa, todo eres, con tu eterna juventud, tu vejez eterna, niña de Comunión, niña de novia, niña de muerte. De ti sacaban las estrellas como tazas, las tazas como estrellas. Estuvo oculto en tus ramos el Libro del Destino. Te has quedado lejos, te has ido lejos. Pero, voy retrocediendo hacia ti, voy avanzando hacia ti. Te veré en el cielo. No puede ser la eternidad sin t

Día dos: Alejandra Pizarnik

Alejandra Pizarnik Argentina 1936-1972 LA ENAMORADA esta lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra alejandra no lo niegues. hoy te miraste en el espejo y te fue triste estabas sola la luz rugía el aire cantaba pero tu amado no volvió enviarás mensajes sonreirás tremolarás tus manos así volverá tu amado tan amado oyes la demente sirena que lo robó el barco con barbas de espuma donde murieron las risas recuerdas el último abrazo oh nada de angustias ríe en el pañuelo llora a carcajadas pero cierra las puertas de tu rostro para que no digan luego que aquella mujer enamorada fuiste tú te remuerden los días te culpan las noches te duele la vida tanto tanto desesperada ¿adónde vas? desesperada ¡nada más! 

Día Uno: Olga Orozco

Olga Orozco Argentina 1920-1999 La mala suerte Alguien marcó en mis manos, tal vez hasta en la sombra de mis manos, el signo avieso de los elegidos por los sicarios de la desventura. Su tienda es mi morada. Envuelta estoy en la sombría lona de unas alas que caen y que caen llevando la distancia dondequiera que vaya, sin acertar jamás con ningún paraíso a la medida de mis tentaciones, con ningún episodio que se asemeje a mi aventura. Nada. Antros donde no cabe ni siquiera el perfume de la perduración, encierros atestados de mariposas negras, de cuervos y de anguilas, agujeros por los que se evapora la luz del universo. Faltan siempre peldaños para llegar y siempre sobran emboscadas y ausencias, No, no es un guante de seda este destino. No se adapta al relieve de mis huesos ni a la temperatura de mi piel, y nada valen trampas ni exorcismos, ni las maquinaciones del azar ni las jugadas del empeño. No hay apuesta posible para mí. Mi lugar está enfrente del sol que se desvía o de la