Llorando
el periplo
de
los aeropuertos
el
rumbo es un cuerpo inerte
en
una pampa ardiendo.
El
cuerpo de mi padre
que
se fue terriblemente.
Un
ventanal,
un
aeropuerto,
una
montaña.
Yo,
terriblemente cauta
terriblemente
sola
terriblemente
ardiente
en
carne viva.
Ni
estómago
ni
pecho
ni
garganta
ya
son míos.
Soy
huérfana.
Comentarios
Publicar un comentario