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Mostrando entradas de 2019

Sábado

Luz silente calma media mañana. Azul abierto en retorno infinito. No es esperanza. No es preludio. Aún en su automatizada orden de calendario. Se escapa, como del cuerpo la tensa percepción de la semana. Aún en su predeterminado condicionamiento. Se escapa.

Hambrienta

Revuelvo la sopa elemental, la pequeña sopa que me alimenta, sé que traerá daño, pero la hiervo la condimento la pruebo. La tomo. Tomo la sopa elemental, la pequeña sopa que me envenena, pero no muero, solamente me retuerzo, un poco más, en esta descompostura.

Nocturna

Me muerde, en la noche me mastica, despacio me digiere y despedaza pero tercamente aún respiro.

Vectores

Llevo muy dentro un ruiseñor tartamudo y cojo. Pero no hay forma de callar este grito. Quiero explotar con la palabra.

Primavera

el cambio de piel es lento, lento y doloroso, para esta víbora en penumbras

Ausencia

No me pidas consuelo, en este jueves gris grita el desamparo.

Despertar

de pronto en la madrugada dejé de ser la turbia debilidad

Suburbio

Sé que soy este suburbio intransitado miles de voces se pierden todas me hablan pero me esquivan nadie quiere vivir en las afueras. Soy este suburbio momentáneamente claro y tranquilo este callejón de palabras esta descompostura inmensa.

Márgenes

en el calor y el nuevo viento revienta la primavera presurosa la danza de los cuerpos se acelera las risas colman plazas y lejanías como siempre, observo...

Nacimiento

soy en la noche apagada solo el temblor que alumbra algo roto de algo vacío

Exilio

es mi exilio exilio de los cuerpos de las sombras esquivo mi reflejo en los espejos y ese dulzor de flores prohibidas la que fui y la que soy en esta primavera del destierro

El aplazamiento

Cuando lo haga todo será distinto, ya no pareceré una espera. (Suburbio)

Suburbio

Una hora más se acumula improductiva frágil elocuente efímera hiriente ajena vacía solemne vacilante dormida llameante suplicante rota. (Suburbio)

Otoñal

Parece que me enciendo poema de la noche del árbol lentamente me desprendo. (Caleidoscopio)

Derrota

Sé que soy ese animal que pierde donde el color se ha dormido. (Suburbio, 2011)

Caleidoscópica, sitio web

A partir de hoy, además del espacio del blog y la página de Facebook, Caleidoscópica tiene su página web. Seguiremos compartiendo textos allí y para sumar beneficios, estarán en forma permanente en la página de inicio los links de descarga gratuita de mis poemarios. Espero la disfruten y tengan ganas de difundirla. https://caleidoscopicapoesia.wixsite.com/website

Día 100 Shurouk Hammoud

Shurouk Hammoud 1982 Siria Realización tardía Como un imán desagradable todos los corazones de hierro se sienten atraídos por mí acumulo sudor, lágrimas y polvo como una vieja servilleta de usos múltiples. La lluvia que corteja a los corazones de los amantes azota mi alma a la que no le queda nada sólo retazos de espera, y alardea con su fuerte puño como un boxeador retirado. Así que con el sarcasmo de una persona que no tiene nada que perder; Te lo digo: Nada me ata a esta tierra sólo mis pies.

Día 99 Angye Gaona

Angye Gaona 1980 Colombia Paso del jaguar sobre el blues Lo que llevo es mar; salado y azul es lo que llevo. Lo golpeo y suena un abismo; tambor insondable es lo que llevo. Lo que llevo va conmigo, de un lado a otro; se queda aunque yo cambie. Llanura sin pozo, canción de arena y sed. A flor, la traición. Acampan trampas en lo que llevo Sobre la piel del animal, frente al fuego llego y esta gota de sal, esta lágrima azul, salen de mí, se derraman en la orilla luminosa. A la verdad, a la verdad del fuego, lo que llevo.

Día 98 Camila Sosa Villada

Día 98 Camila Sosa Villada 1982 Argentina Instrucciones para mi muerte 1 en mi epitafio debería leerse: aquí yace carne de arrabal que fue pudriéndose en vida, todo su cuerpo estaba lleno de pequeñas pero insoslayables cicatrices, su pelo era oscuro y estaba un poco seco. vivió como una dragqueen las veinticuatro horas del día, fue travesti hasta la muerte. pensaba que el mundo era profundamente homosexual. creyó. tuvo una profunda fe, hecha de antiguas decepciones. creyó en la vegetación, en las selvas, en las porciones vírgenes de la tierra, creyó en un corazón-imán que nos mantiene atados a este planeta y a este destino, creyó en el destino y en el azar, creyó en la muerte, en los hombres que amó aun cuando mintieran, tenía fe ciega en que siempre es más noble la mentira de vivir en otro mundo, que la miserable verdad que nos da como limosna el capitalismo. creyó en sí misma, se conoció, se tomó el

Día 97 Elisa Lucinda

Elisa Lucinda 1958 Brasil El poema del semejante El Dios del parecido que nos cose en igualdad que nos papel-carboniza en sentimiento que nos pluraliza que nos trivializa por bajo y por dentro, fue ese Dios que dio destino a mis versos, fue Él quien les arrancó la ropa de individuo y les dio otra de individuo aún mayor, aunque más justa. Me asusta y me calma ser portadora de varias almas de un solo sonido común eco ser reverberante espejo, semejante ser la boca ser la dueña de la palabra sin dueño de tanto dueño que tiene. Ese Dios sabe que la palabra “alguien” es apenas el singular de la palabra “multitud”. ¡Qué grande mundo! Todo el mundo besa todo el mundo anhela todo el mundo desea todo el mundo llora algunos por dentro algunos por fuera alguien siempre llega alguien siempre se demora. El dios que cuida del no desperdicio de los poetas me dio esa fiesta de sim

Día 96 Claudia Lars

Claudia Lars 1899 – 1974 El Salvador Dibujo de la fuga (I) “Nunca se ha visto un blanco, un encarnado, tan amorosos como el lindo verde.” Andrew Marvell El árbol y su cielo. Ya despierta la fábula en las cosas. El cielo de mi risa sobre el ágil velamen del columpio. Yo tenía la nube, también la huella fina de los pájaros y un reino verde con semillas verdes y el mar en el olfato. Por aire humedecido imaginad el ángel de las flores. Por ríos invisibles los jardines dispersos en mi frente. De su centro de sangre alzado el corazón, el fino huésped. Jnto a párvulas sombras musgo de leche y encendidas anclas. Yo tenía mi cuerpo y una fruta sin vello y dos abejas. Me bañaba desnuda entre naranjos, me comía el augurio de los tréboles. El modo de mi casa -hecho de arrimo y piedras vigilantes- iba de viaje en un antiguo viaje y en un libro de peces. Los ojos de mi padre er

Día 95 Lucía Nogueira

Lucila Nogueira 1950-2016 Brasil Sentimiento súbito Porque tú nada sabes del insomnio no vengas así despreocupado con ese universo de frases protocolares y toda una higiene pasteurizada de ternura cuidado no te aproximes demasiado existe una parte de mí donde nadie llegó aún y el desespero siempre hace que la gente precise creer en todo. Voy quedando cada vez más con miedo de ese sentimiento súbito el agua que lavó las letras de la biblioteca es señal de que el amor y la palabra exigen renovación que tanto estudio no resuelve el desamparo y que continúa deshabitada la casa que soy fínjome autobiográfica y renazco como personaje espasmo de electroshock yo sirvo a mi señor ducha de electricidad yo sirvo a mi señor y basta que su tono de voz sea un poco menos tierno que yo ya siento dolor como quien escoge una ensalada de rúcula en un menú de terciopelo oscuro tú estás sentado en una poltrona de acero