El día comienza casi tarde. O esa es la sensación que la acompaña últimamente. Robarle horas al sueño, o que el sueño le robe horas al día, al sol de la primera mañana, y también al sol de la primera tarde, cuando después del trabajo se impone caer desplomada. La vida comienza tarde, piensa, si de posponer el placer se trata, si de aprender a percibir un tiempo otro, un tiempo de viaje, un tiempo de risa, un tiempo fuera del tiempo. Porque se agita un tiempo único, que no vale la pena describir. Está leyendo un libro nuevo, de a ratos, pero es muy largo. Ya no le gustan los libros largos, porque ahí también se pelea contra el tiempo. El tiempo que lleva este libro incluye por lo menos diez libros cortos que podrá anotar como leídos, citar como leídos, fotografiar y publicar como leídos, sentir como leídos. Y en ese acto sentirse productiva, prolífica, lectora. La trampa en los detalles, todo se lo termina comiendo el tiempo termita del consumo. Mira el libro como quien quis...
Parte II: una lectura feminista del mundo del trabajo El primero de mayo, Día Internacional de Lxs Trabajadorxs, es una paradigmática fecha de lucha que conmemora la condena y fusilamiento de los siete anarquistas de Chicago que reclamaban por los derechos laborales de los que hoy disfrutamos, entre ellos, la jornada de ocho horas. En Argentina, la primera marcha del 1 de mayo fue organizada por una mujer, Virginia Bolten, en 1890. Ella también fue la primera oradora mujer en una manifestación de este tipo y es reconocida por su trabajo periodístico. Durante un año (1896 a 1897) editó los nueve números del periódico “La voz de la mujer”, de raíz anarcofeminista, cuyo lema era “Ni Dios, ni patrón, ni marido”. Mientras tanto, apenas sobrevivía con un sueldo como operaria de una fábrica de zapatos. A más de ciento treinta años de ese primero de mayo la realidad del mundo del trabajo ha cambiado en muchos sentidos, pero la lógica de la explotación y la desigualdad para las mu...