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Mostrando entradas de 2018

Encuentros

Siempre encuentros, para despejar las dudas. Todavía comprobar un poco más en qué lugar estamos. Revisitar la incomodidad la usura con que la propia alma nos cobra los desvíos. La incomodidad sobre todo, ese gran elefante blanco. Los otros, que traen los miedos, traen también los mensajes. Entonces respirar observar por un minuto qué es lo que siento. Pregunta esquiva. Qué es lo que siento. Qué es verdad. Qué es resabio de dolores viejos. Como siempre, otra vez, los encuentros. Para sabernos mejor.

Ciertos días

La luz coloreada   no esconde las sombras. Hay días que tientan a caer pasivamente en la derrota. Pagar viejos pecados con nuevos extravíos.

Preludio

todavía no hay un síntoma físico tal vez un poco de hinchazón pero no hay dolor de pechos ni agitación de vientre un poco de sensibilidad en las muelas un poco de rictus para el rostro una sensación de querer incendiar un cuarto golpearte el rostro ya sé, no hiciste nada grave pero me tranquilizó ese pensamiento golpearte fuerte la nariz un golpe seco que te calles que no me pidas eso que te corras que te quites del medio

Belleza

Una cierta melancolía en la noche buena música buen cine. Una tarde silente de domingo un largo despertar o dormir. Un rostro anguloso un espíritu ¿qué es la belleza? Esa mujer que susurra con la brisa y cruza el puente. Esa perra que mira atenta a través del cristal. El hambre feroz del día quince de la luna. Las cosas simples.

Simple

La luna no siempre contendrá tus ojos, pero ese gato en la hierba me recuerda qué simples pueden ser las cosas. ¿Tendrá olas el mar de la amargura? No. Solo esa contractura de la tarde en la cama sin sueño ni descanso con los ojos fijos en la nada. No. Tal vez la resignada variación de ese pensamiento recurrente. La lluvia estancada en la banquina. Y sin embargo la perra en el sillón me gruñe un poco para recordarme qué simples, en definitiva, son las cosas.

Aeropuerto

Sala de espera turistas ropas extrañas. Me maquillo en el baño intento parecer normal. Parezco normal. No, el mundo no ha cambiado mi rostro es casi el mismo. Otra mentira. Mi padre ha muerto. Estoy en ese mismo limbo de la muerte, lejos. De un auto a un avión a otro auto. Me duele todo no entiendo. ¿Él no está más? ¿Cómo no estar nunca más? ¿Cómo no atender el teléfono? ¿No irme a buscar al colectivo? Así, simplemente, me dicen que no veré los ojos castaños la sonrisa renuente las manos de barro. No sé quién soy ahora solo una huérfana.

Domingo

El domingo es ese día indefinible.  Amo la mañana del domingo con la misma fuerza que odio la tarde del domingo. O sea, blandamente, tenuemente. No es la intensidad del odio del domingo por la noche, cuando todo está perdido. El tiempo se moldea en arbitrarias vasijas, inexplicables, incomprensibles. El reloj, el almanaque, los aniversarios. Y el otro tiempo, las dos horas por el campo, la perra corriendo una liebre, la charla en un consultorio desconocido para ir a averiguar lo que ya sabía, la decisión que tarda diez, veinte años en tomarse. En la infancia era regla el domingo no hacer nada. Pero no era una nada de incertezas. Había otro molde que habitar. La misa, el almuerzo, a veces, el cementerio. La vuelta del perro por la plaza. Ahora. Ahora el domingo es explicitar todos los moldes, y pensar fuera del reflejo. Sin pasión, con la extraña pesadez de la incertidumbre, el temblor de estómago de la ansiedad. A la perra de campo que cayó en vida de departamento ayer la saqué...

Exilio

Es mi exilio exilio de los cuerpos de las sombras. Encuentro mi reflejo en los espejos. Encuentro a la que fui y a la que soy. Es una primavera de reencuentros. Suburbio (2011, reversionado)

Suburbio

Sé que soy ese suburbio intransitado, miles de voces se pierden todas me hablan pero me esquivan. Nadie quiere vivir en las afueras. Soy este suburbio, momentáneamente claro y tranquilo, este callejón de palabras. Esta fría descompostura eterna. En Suburbio, 2011

Jueves

Caigo vacía en el roto espejo borrosa imagen absurda el círculo se cierra lento lento lento lento lento y seguro incesante. Estoy afuera, por una eternidad. (Suburbio, 2011)

Hambrienta

Revuelvo la sopa elemental, la pequeña sopa que me envenena, sé que traerá daño pero la hiervo la condimento la pruebo. Y finalmente la tomo. Tomo la sopa elemental, la pequeña sopa que me alimenta, pero no muero, renazo más bien, retorcida en esta descompostura. En Suburbio, 2011 (editado)

Siesta

Dormir sin la deformidad del cuerpo malherido. Sin ruido, adentro sin pendientes consumido. En la antítesis también hay experiencia de lo turbio del transitar del duelo de la confabulación de todos los martirios.

Eugenio

De ayeres y rondas se puebla la noche mi noche de agosto mi noche de viento. Ronda ronda ronda siempre la muerte. Hace treinta años tu muerte rondaba. Treinta años y aun recuerdo tu risa de claveles el olor a ruda macho en la hamaca tu laurel tus cuentos tu paso cansino tus ojos locos y llenos. Tus ojos. Quién me amó después. Tal vez ninguno. Ninguno, seguro, con esa impecable consistencia con esa certeza de lealtad. Conocí temprano en una cuna la mirada implacable del amor sin condiciones ni condicionamientos. Qué son ochenta años entre dos almas que se encuentran en el tiempo. Qué son ochenta años qué son treinta de ausencia. Conocí temprano en una cuna la implacable fuerza de tu gesto. Quién me amó después. Ninguno. Es a tu tumba a la que regreso. Tengo otros muertos y sin embargo vos sí te despediste por eso te dejé dormir ...

Noctámbula

ese rincón vacío siempre me espera el silencio me mece en el transitar de las horas

Exilio

Es mi exilio exilio de los cuerpos de las sombras aprendo mi reflejo en los espejos y ese dulzor de flores prohibidas encuentro a la que fui y a la que soy esta es la primavera del reencuentro.

El aplazamiento

Cuando lo haga todo será distinto ya no pareceré una espera.

Descenso

Una hora más se acumula improductiva frágil elocuente efímera hiriente ajena vacía solemne vacilante dormida llameante suplicante rota.

Derrota

Sé que soy ese animal que pierde donde el color se ha dormido.

Dos versiones de la vida. Sur, feminismo y después...

Exilio versión 2007 Exilio Versión 2018 El tiempo pasa, absoluto. Pasan los días, los soles, los climas, cambian las lunas, para volver a cambiar, y ser las mismas. Pasan los niños, los jóvenes, pasan   y son luego hombres. Pasan las navidades, los cumpleaños, los temores, los casamientos. Pasan los amores, las ilusiones, las revoluciones triunfan, y fracasan, y se caen, y se levantan. Vencen los injustos, y luego son vencidos, ganan los buenos, para perder de nuevo, y pensamos que un átomo es un átomo, para saber después que son partículas, y las partículas, hechas de otras partículas. Pasan los vientos, y los huracanes, las auroras y los atardeceres… Pero sigue siendo jueves, sigue siendo martes, sigue siendo viernes, para ese olvidado, para ese que ese día ha dejado de moverse con el movimiento perpetuo, para ese que mira, desde la orilla, cómo es eterno y circular, el devenir de las cosas, mientras...

Exilio

Sigue siendo jueves sigue siendo martes sigue siendo viernes para esa olvidada para esa que ha dejado de moverse con el movimiento perpetuo para esa que mira desde la orilla cómo es eterno y circular el devenir de las cosas. Mientras que ella, que no ha satisfecho su orgullo, que sabe que morirá sin novedades que espera la visita de un perdón esquivo, festeja estar en ese costado pleno del camino, festeja la noche fría del desencanto, la certeza de la impotencia. Saber la suelta de su condena.

Alegato

Llegará la hora para nosotras, descorazonadas del tiempo. Una justicia de fuego apagará el hastío, el frío despertar de muertos. Terminará la calma cansada la oculta rabia la furia el oscuro miedo. Llegará la hora para nosotras, descorazonadas del tiempo.

Enemigas

Esta herida no sangra, supura. Rara vanidad de víbora doliente monstruo que despierta y aniquila todos mis sueños de niña incorrompida. Yo también soy fundamentalmente esta.

Amigas

Y ellas haciendo magia en el susurro espeso del verano. Ellas que traen agua, practican un rito que se teje alrededor de mi llanto. Un rito de voces, de silencios, de manos. Ellas están, y yo no caigo.

Costado del camino

No se sacian las bestias carroñeras del costado del camino. No se sacian nunca. Está llena mi carne de zarpazos perdidos. No se sacian las bestias que no saben cazar en el frío. No se sacian nunca. No tengo más defensas que la piel en llamas y los ojos limpios. No se sacian nunca las bestias carroñeras del costado del camino.

Transmutación

Se apagó una mujer en la aurora. Sola suave en silencio. Se apagó una mujer en la aurora. Cerró los ojos los labios de fuego. Se le heló la sangre en el cuerpo. Se apagó una mujer en la aurora. La noche la había roto de recuerdos. Simple definitiva y sutil. Se apagó una mujer en la aurora. Como se echa una pluma al viento.

Loba

La loba es loba y la máscara es de sal. No valen los fortuitos regateos que la noche te ha prestado. Ese río no dejará de esquivarte, manso. La loba es paria, espesura. Es un espejo empañado.

Mutación

Las formas se liberan en la madrugada. Mi cuerpo desbocado en un suspiro, por fin he dejado los lamentos. Este invierno de  muerte me ha  satisfecho. Este pájaro herido ha cantado el viento frío el despojo de la soledad, ha cantado.

Garabatos de domingo

Entenderé, probablemente, cuánto extraño el sol en primavera. Es una ausencia fingida, está detrás de la firme capa, a veces de bruma, a veces de lluvia, a veces de nieve por caer. Esa capucha perlada que teje sombras en infinitos grises. No hay un gris igual a otro en un invierno sureño. Desde el casi blanco que precede la nieve hasta el hierro forjado de la lluvia cerrada, y en medio, el cansador gris de nubes tibias, sin helada y sin llovizna. Apenas viento. Pero nada es apenas. El invierno no regala sutilezas. Es viento. O helada. Es nieve. O lluvia. Es frío. O más frío. Sin matices ni suavidades. Es encierro. Tejer una bufanda. Mirar la algidez de la soledad por la ventana. Intentar el falso alivio de las distracciones. También es vino tinto en la noche del viernes. Es una película. Una siesta largar con la perra, que sí, duerme en la cama. Hay días de sol también en el invierno. Pero este invierno son escasos. Se despliega perfecta la aspereza del clima. Entonc...

Desamparo

Cuesta entender que no hay respuestas. Que me he quedado sin satisfacción sin agua sin aire sin viento. Otra vez sin palabras sin disculpas sin acciones sin lágrimas. El tiempo quiere detenerse en este vástago infinito del desamparo.

Rezo pequeño

Mi reino mi inútil reino de palabras y sutilezas de algunas raras certezas. Mi reino mi inútil reino de verdades negadas descubiertas de preguntas nocturnas infinitas. Mi reino de risas de vientos de fuego y aire. Todo mi reino por saber caminar sobre la tierra.

Persuasión

Solo horas. Sucesivas horrorizadas yermas. Horas suave balanceo persuasión.

El pozo

Subir, hacia dónde. Los pies no se despegan. El piso es un imán. Insoportable gravedad insoportable gravedad de tumba insoportable asfixia de enterrada viva.

La caída

No llovió la lluvia que habían anunciado. Lloraron en cambio, de frío todos los perros del baldío. Se conformó otra vez un hombre. Con eso que sabe poco. Con eso que parece más que nada. Mintió otra vez un hombre. Se convenció vanamente de una razón asesina. Se acobardó otra vez un hombre. Obedeció al amo. Abrió la llaga de un hermano. Un hombre que siente que llora. Un hombre que conozco. No llovió la lluvia que habían anunciado. No llovió.

Señales

Gritan los ojos se sienten grandes redondos. Gritan los ojos. Lloran los labios se sienten suaves rosados. Lloran los labios. Hablan las piedras mojan los vientos soplan las lluvias sueñan los muertos. Pero no entiende el hombre no escucha el hombre no aprende el hombre nació solo para destruir.

Viernes

Mañana dura de viernes. Semana dura de julio. Rabia pena desdoblamiento del alma. Desolada mañana de viernes. Furiosa semana de julio. Piedra en la garganta. Angustia de mañana, viernes. Aspereza de semana, julio. De viernes mañana rota. De julio semana larga.

El origen

Traza un círculo redondo acariciante, Coloca dentro, un par de aduladores, para tu pobre vanidad. Compra palabras grandes, pronúncialas. Cuando termines serás por fin el dibujo de un hombre. Cuando termines serás al fin el dibujo de una mujer.

Acorralada

No alcanzó dormir comer salir comprar hablar leer pedir llorar gemir. No alcanzó.